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lunes, 7 de octubre de 2013

Uruguay impidió el ingreso de los asambleístas

Los ambientalistas no pudieron entregar el escrito contra el aumento en la producción de UPM. Entre Ríos solicitó a Uruguay retrotraer la situación.

Los ambientalistas habían anunciado su intención de cruzar el puente para llevar un petitorio ante las autoridades comunales de la vecina localidad de Fray Bentos, en la orilla oriental del río Uruguay, pero la policía uruguaya les impidió el paso.
“Al no poder pasar la caravana, no vamos a cruzar para entregar el petitorio. Lo lamento. Lo haremos llegar de otro modo”, dijo a la televisión en el puente el intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, quien estuvo al frente de los manifestantes.
El presidente de Uruguay, José Mujica, había justificado la decisión de impedir el paso en que “hay cosas que se pueden dar y que son muy difíciles de evitar cuando la gente en la pasión de su manifestación a veces se pasa del estribo”. Así, la Asamblea de Gualeguaychú leyó su proclama en rechazo de la pastera y reiteraron su reclamo de relocalización, tras lo cual miles de manifestantes que llegaron en caravana de vehículos a la cabecera uruguaya del puente internacional comenzaron el regreso.
Los asambleístas en su proclama exigieron al gobierno argentino “firmeza y seguridad” para resistir la continuidad de la fábrica en la zona y le reprocharon “haber ocultado información” sobre la contaminación que genera UPM, a la vez que insistieron en que el propio gobierno uruguayo reconoció que la pastera afecta el medio ambiente.
“Gualeguaychú no aceptará nunca un emprendimiento ilegal y contaminante; el gobierno uruguayo tuvo oídos sordos a los reclamos y dio información inexacta sobre la contaminación; nos oponemos a mayores niveles de producción y rechazamos la instalación de más plantas en la Cuenca del Río Uruguay”, mencionó el petitorio.
Por su parte, el ministro de Educación de la provincia, y candidato a diputado nacional, José Eduardo Lauritto, quien participó de la movilización, consideró “un error”, por parte del gobierno uruguayo que no dejen pasar a los asambleístas.

Frontera cerrada
Bahillo confirmó durante la tarde de ayer que no ingresará a Fray Bentos luego de la decisión del gobierno uruguayo de impedir el ingreso de los asambleístas.
“Esta no es una iniciativa mía, es de los asambleístas y pienso respetarla”, aseguró el jefe comunal en la frontera Gualeguaychú-Fray Bentos, sitio al que llegó acompañado por más de 1.500 asambleístas que pla-neaban ingresar para entregar un petitorio al intendente de Fray Bentos en el marco del reclamo por la decisión de Uruguay de permitir unilateralmente que la pastera UPM incremente su producción.
Bahillo se manifestó “en contra del funcionamiento de la planta en ese lugar por su carácter contaminante y su incompatibilidad con el medio ambiente” y aseguró que “al incrementar Uruguay la producción unilateralmente rompe el pacto con Argentina”.
“Estoy acá porque me lo pidieron los asambleístas e iré acordando con ellos lo que transcurra en estas horas”, respecto de la metodología de cómo se harán los planteos ante las autoridades de Uruguay.
Poco antes el vocero de prefectura uruguaya, Gastón Jaunsolo, del otro lado del Puente, había señalado a los periodistas que “no se permitirá el ingreso de los asamableístas argentinos, pero sí de los turistas”.
“El propósito del operativo es que la reunión entre los intendentes se realice con tranquilidad y guardar el orden”, concluyó.
Uruguay había anunciado que sólo dejaría ingresar a una comitiva integrada por el intendente y 15 personas más para reunirse con el intendente de Fray Bentos Omar Lafluf, pero la asamblea -apoyada por Bahillo- decidió no aceptar la imposición y realizan una nueva asamblea para decidir los pasos a seguir.
Los ambientalistas de Gualeguaychú, a 230 km al norte de Buenos Aires, mantuvieron un corte fronterizo de protesta durante tres años y medio desde que en 2007 empezó a operar la planta, en un contexto de tensión bilateral.
El conflicto se apagó a raíz de un fallo de la Corte Internacional de La Haya que negó que la planta contaminara, aunque dispuso un monitoreo conjunto entre ambos países.
Mujica acaba de autorizar un aumento de 1,1 a 1,2 millones de toneladas anuales en la producción y el gobierno argentino respondió que cualquier cambio debe ser consultado por ser un río de soberanía compartida.
Argentina dijo que la planta excede los límites permitidos de fósforo, nitrógeno y materias orgánicas, entre otras de los efluentes, pero Uruguay rechazó la imputación al afirmar que los niveles son normales.

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