Días atrás se produjo un incendio en una humilde vivienda del Barrio Cantera 25, propiedad de la familia de Jacinto Fabre, un conocido canillita de Concepción del Uruguay, que se encontraba en Paraná por la operación de la bebé de solo dos meses.
Manos anónimas le destruyeron lo poco que tenían y los dejaron sin techo, mientras ellos penaban por la salud de la nena. La noticia del siniestro se las dieron después de la operación y con ella llegó la desazón.
Fabre pidió ayuda en Desarrollo Social y le habrían prometido solucionar su serio problema, pero lamentablemente los días pasan y hasta ahora nada se habría cumplido.
La situación de Jacinto Fabre es muy complicada y parece hacer más y más mella, en un hombre, que pese a su vida tan difícil y acostumbrado a un sacrificado trabajo, se quiebra y sin poder disimularlo, deja hacer sus lágrimas esperando que alguien le tienda una mano.
Fabre contó que viajó a Paraná para la operación de su beba de 2 meses, que tenía un quiste broncogénito en el pulmón y durante su estadía en esa ciudad, su casa ubicada en Ugarteche y Pablo Lorentz, quedó sola y se la incendiaron, quedándose sin nada.
“Me prometieron que iban a darme una solución. Tenemos que cuidar a la beba, que necesita de un postoperatorio especial y ahora estamos viviendo en una pieza de mis padres, llena de humedad y que nos dificulta el cuidado. Tras la internación de la nena en el Hospital San Roque de Paraná, la beba, sus padres, deberán regresar para sus nuevos estudios y control de puntos, razón por la cual temen hacer su casilla en el mismo lugar, ya que seguramente se la volverán a destruir.
“Fui a reclamar y me dijeron que me llevaban al barrio La Tablada o que salga a buscar un terreno yo. Esto es imposible por los problemas de salud de mi hija. Yo no entiendo nada, hay gente a la que le dieron una casa completa y las están regalando y a nosotros no nos pueden ayudar. Sin dudas queremos dar las gracias a los medios que nos dan una mano y a mucha gente que también los hace, pero esperamos que las autoridades hagan algo ya que como estamos es imposible seguir. No tenemos espacio ni condiciones sanitarias, ya que hay mucha humedad y es lo que peor le hace a nuestra hija”.
Fabre, ante la falta de respuestas y pensando en su pequeña bebé, dejó de lado su orgullo y enfrentó los medios, con la esperanza de que las autoridades escuchen y le den la mano que tanto necesita.
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