En una entrevista realizada en Paraná, el gobernador provincial se refirió a su carrera política, pidió el voto a los entrerrianos y dijo que avizora para el próximo domingo el triunfo de los candidatos del FPV.
¿Qué significa en su vida su pueblo natal, Arroyo Barú?
- Allí nací, en una familia de clase media baja. Laburantes. Mi padre era ferroviario y los sueldos de entonces eran bajos. Mi mamá era maestra rural. Nací y viví rodeado de gente humilde y sencilla. Por ahí yo entiendo que algunas cosas que he podido afrontar con éxito en la vida tienen que ver con una enseñanza de mis padres y de la gente que me rodeó esos 19 años en Arroyo Barú y luego en General Campos, que es mi pueblo adoptivo.
Esas cosas simples, esa gente sencilla, fueron las que a mí me moldearon. Y a las situaciones que no le tocó atravesar, creo yo, a ningún dirigente político siendo gobernador, y me han pasado a mí, entiendo que pude superarlas por esas enseñanzas de mi niñez y mi adolescencia en un pueblo muy chiquito al que sigo yendo casi semanalmente. Los restos de mis viejos están en el cementerio de Barú. Mi hermano Guillermo es médico, se recibió en La Plata hace 36 años y no lo sacan más de Arroyo Barú. Es un lugar muy lindo, con gente muy linda.
- Allí nací, en una familia de clase media baja. Laburantes. Mi padre era ferroviario y los sueldos de entonces eran bajos. Mi mamá era maestra rural. Nací y viví rodeado de gente humilde y sencilla. Por ahí yo entiendo que algunas cosas que he podido afrontar con éxito en la vida tienen que ver con una enseñanza de mis padres y de la gente que me rodeó esos 19 años en Arroyo Barú y luego en General Campos, que es mi pueblo adoptivo.
Esas cosas simples, esa gente sencilla, fueron las que a mí me moldearon. Y a las situaciones que no le tocó atravesar, creo yo, a ningún dirigente político siendo gobernador, y me han pasado a mí, entiendo que pude superarlas por esas enseñanzas de mi niñez y mi adolescencia en un pueblo muy chiquito al que sigo yendo casi semanalmente. Los restos de mis viejos están en el cementerio de Barú. Mi hermano Guillermo es médico, se recibió en La Plata hace 36 años y no lo sacan más de Arroyo Barú. Es un lugar muy lindo, con gente muy linda.
- ¿Cuál fue su primer cargo en la función pública?
- Intendente de General Campos, aunque antes, ad honorem, cuando tenía 22 años, armé una Comisión de Cultura en el pueblo, la primera después de la dictadura. A partir de ahí generamos muchas cosas. Talleres de teatro con el Gordo Carlos Migoni, ya fallecido; talleres de cerámica con Alejandro Salvini; talleres de música con Rodolfo Taguas, también fallecido, que es un médico que hizo un aporte enorme a la cultura de Entre Ríos. Mi vieja nos prestaba el living de casa y un pedacito de garaje para los talleres de música. Hacíamos locros y busecas para vender y poder bancar los gastos de esta movida. Recuerdo que una noche de mucho frío en invierno, hicimos la buseca en la casa de mamá en una olla de fierro muy grande. Cuando la llevábamos entre el Gordo y otros compañeros atravesando la plaza hasta la escuela en la que se iba a hacer la cena, se nos quebró el palo y casi perdemos todo. Fueron casi tres años de talleres y actividades. Fue una semilla que plantamos en General Campos. Quizás sea esa la raíz de una provincia que tiene un Ministerio de Cultura y una Casa de la Cultura, recientemente inaugurada.
Estamos orgullosos de tener la Casa de la Cultura en la ciudad de Paraná y orgullosos de tener un programa cultural y artístico como el actual. Orgullosos también de tener un Ministerio de Cultura y Comunicación como tienen muy pocas provincia. Es que Entre Ríos es eso: es producción e industria, pero también es mucha cultura, mucho arte. Tenemos que seguir dándoles la oportunidad y el lugar a esos hombres y mujeres del arte y de la cultura.
-¿Con quién tuvo más apego? ¿Con su mamá o con su papá? ¿Con quién era más compañero, más cómplice?
- Quizás con mamá. Papá era de esos viejos laburantes que te enseñaban con los silencios. Mamá no. Ella era la que hablaba casi siempre. Igual eran dos viejos divinos, con una fuerza y un sacrificio enorme. Desde sus puestos de laburantes hicieron estudiar a sus hijos. Se fueron muy jóvenes. Papá falleció muy joven. Entendimos a los años que falleció de tristeza cuando un Gobierno militar clausuró el ramal del ferrocarril donde no sólo mi viejo laburaba, sino que era nuestra casa. Se enfermó y murió a los 56 años. Y la muerte de papá aceleró el decaimiento de mamá, que murió también de tristeza. Ellos habían hecho juntos de primero hasta sexto grado. Prácticamente, desde los seis años hasta que murió papá estuvieron toda la vida juntos.
- ¿Nunca pierde el optimismo?
- Yo vivo con optimismo y trabajo con optimismo. No hay nada ni nadie que me lo impida o que me bajonee, y eso que han pasado cosas tremendas en estos años. Tengo la contención familiar de mi esposa, Analía, con quien hace 33 años que estamos juntos, de mis hijos, de mis amigos y de miles de entrerrianos. Jamás resigné esa actitud de optimismo, de esperanza, de creer en el presente y en el futuro. Gracias a Dios, hay decenas de miles de entrerrianos que son también optimistas y que creen en el presente y en el futuro.
- ¿Por qué decidió involucrarse en la elección y ser candidato?
- Una de las razones que justifica involucrarme e ir en la boleta es que veo la necesidad de cuidar lo que hemos logrado entre todos los entrerrianos. Y, desde ahí, ir por el sueño colectivo de una provincia aún más importante en el concierto nacional. Entonces no dudé en expresarles de esa manera a todos los entrerrianos que los necesito. Que por todo lo que hicimos en estos años juntos, ahora los necesito para que me brinden la confianza para poder terminar mi gestión no sólo bien, sino con la mayor cantidad de realizaciones y sueños. Por eso voy en la boleta. Pero además es una característica de toda mi vida esta de jugar siempre, de no andar a medias ni ser ambiguo.
- ¿Por qué es ahora, en estas elecciones, cuando necesita a los entrerrianos?
- Porque, en la misma medida que en el orden nacional, estamos en la mitad del río. Llegar a la otra orilla es lograr un éxito importante en estas elecciones y, de esa manera, continuar un camino donde se puedan profundizar las transformaciones que logramos en la provincia y en el país.
- ¿Siente que ejerce un liderazgo y está al frente para defender y ampliar las conquistas de los entrerrianos?
- Sí, en el buen sentido de la palabra de liderazgo. Yo no quiero ejercer un liderazgo de frases hechas, ni mucho menos, sino liderar un proceso en el cual considero parte a todos los entrerrianos. Peronistas, radicales, independientes, vecinalistas. Ejercer el liderazgo desde ese lugar, tal como quedó demostrado en estos años, en los que logramos lo que ningún otro Gobierno ni gobernador había logrado. Y tiene que ver con hacernos valer. Nos hicimos valer porque sabíamos que nos iban a dar valor. La Presidenta de todos los argentinos nos dio valor. Y nos dio valor, no sólo poniéndonos en un lugar, en un acto o llevándonos a muchos viajes por el mundo para conseguir mercados para nuestras empresas. Nos dio valor reparando lo que la historia le debía a Entre Ríos. Desde ese lugar lo digo. Por eso creo que cuanto más escalemos en lo institucional, en lo político, más puertas se van a abrir para los entrerrianos. Esto es matemático y claro como el agua.
- ¿Qué siente cuando escucha que hay propuestas de poner freno y poner equilibrio?
- Escuché una propaganda de un dirigente, que respeto, como respeto a todo el mundo, que habla de que hay que poner equilibrio. Gobierno con el 100% de la Cámara de Senadores y con el 70% de la Cámara de Diputados a mí favor y que me diga algún entrerriano qué exceso hubo de parte de mi gestión. Por el contrario, el 12 de diciembre, cuando asumí, dije que no iba a promover ninguna reforma de la Constitución para ser nuevamente reelecto y aborté inmediatamente cualquier comentario o iniciativa de algún dirigente o legislador. ¿A qué se refieren con equilibrio, cuando yo respeto a todo el mundo y no he usado jamás esta mayoría abrumadora que nunca antes tuvo ningún gobernador entrerriano para avasallar ningún derecho de nadie?
- ¿Tiene la sensación de que faltó debate sobre los grandes temas de Entre Ríos?
- No, el debate está. Tal vez faltó algún dirigente a ese debate, sin duda. Todavía está en algunos dirigentes esa idea o visión de quedarse dentro de los límites de la provincia, de hacerse fuerte acá y no ver más allá, no apuntar alto, no buscar las cosas que nunca se buscaron en Entre Ríos, que ahora ven que son posibles.
- ¿Siente que las conquistas alcanzadas le adjudican el derecho a pedir el voto?
- Siento que estoy en condiciones de pedirles a los entrerrianos que nos voten el 11 de agosto y el 27 de octubre por todo lo logrado, pero también por lo que falta lograr. Además de acuñar ese sueño entrerriano, colectivo, pero también para seguir abrigando la esperanza que aún tiene el entrerriano de ser más importante, de tener más peso en el orden nacional.
- Más allá de los números y de las encuestas, ¿su percepción qué le está indicando?
- Por lo que percibo en el quehacer diario, en el recorrer nuestra provincia, avizoro un apoyo masivo. Pero creo que hoy todavía hay muchos entrerrianos que dudan teniendo en cuenta alguna realidad que esté sucediendo en algún otro lugar de la Argentina, en lugar de pensar en el presente que tenemos y en el futuro que podemos tener los entrerrianos. A esos es que yo los llamo a votar por el presente y por el futuro de los entrerrianos, por esta lista que tiene hombres y mujeres de conducta intachable y que, además, integro yo como gobernador.
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